Había una
vez en un pueblo muy lejano una niña llamada María, la cual tenía en su casa
muchos animalitos y los quería mucho a
todos, pero una Navidad sus papas decidieron darle como regalo un perrito el
cual era pequeñito y era blanco con manchitas negras, cuando María lo observo
pudo detallar lo lindo y tierno que era, le encanto el regalo que le dieron sus
padres, ella pensó mucho en el nombre que le iba a dar a su nueva mascota,
finalmente, pudo decidir cual era el nombre perfecto, Bambam.
Bambam
creció sano y fuerte los primeros meses, era juguetón, acompañaba a Maria a
todos los sitios, con el tiempo se hizo fuerte y cuido a Maria de la gente fea
que se le acercaba. Un día jugando Bambam paso la calle sin darse cuenta que un
carro venia, Maria observó cuando el carro lastimó una patica a Bambam, ella de
inmediato empezó a llorar y llamaba a gritos a sus papas para que ayudaran a
Bambam, que no podía caminar bien. Al llegar su padre corriendo, dijo: tenemos
que llevarlo al veterinario, Maria queda pensando qué era el veterinario y le
pregunto a su mamá que qué era eso, la mamá explicó que era una persona muy
buena con los animales, así como lo era ella, que cuando estaban enfermos los
ayudaba. Maria preguntó qué si era como el doctor que la atendía cuando ella se
enfermaba, la mamá le respondió que si, ella se calmó y dejo de llorar porque
supo que Bamba se iba a mejorar.
Cuando
llegaron al hospital de perritos ella quedo sorprendida de todo lo que había,
nunca había estado en un lugar como esos. Observo la cantidad de perritos
enfermos que había y como los doctores los curaban, ella le dijo a su mamá que
cuando fuera grande quería ser así, porque quería ayudar a los animales.
Con tanta
emoción se le olvido la salud de Bambam, lo que ella no sabía era que había
sido grabe lo que le había ocurrido a Bambam, se estaba muriendo, los papas de
Maria la buscaron para hablar con ella y contarle lo que pasaba con su perrito,
Maria se entristeció y se puso a llorar, pero aun así no perdió la fe y ella
creía que los doctores iban a ayudar a Bambam. Así fue, dos días después
llamaron a la mamá de Maria y le contaron que milagrosamente Bambam se había
recuperado y estaba muy feliz, Maria y sus padres fueron a recogerlo y desde
hay en adelante Maria fue más cuidadosa con Bambam para que no le sucediera
nada malo.
Maria
siguió con el anhelo de ser Veterinaria y lo logro al crecer fue a la
universidad a estudiar Medicina veterinaria.
FIN
YESICA
VARGAS….
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