viernes, 6 de mayo de 2016

PEPA LA VACA.

Érase una vez, una vaca llamada Pepa.

Ella no era del todo feliz.

Su pancita era tan colorida como un arcoíris. Cada vez que sonreía sus dientes estaban llenos de chocolate. Los animalitos se burlaban de ella y los niños también.

La burla llego a oídos de su dueño. Una niña muy tierna y amistosa, llamada  Adriana. La niña triste, por las burlas que le hacían a su preciosa vaca fue a consolarla.

Pobre pepa, con lo bien que no la pasamos juntas, compartiendo una tableta de chocolate o jugando pintarnos la pancita.

La niña, al ver que su vaca no era del todo feliz, reunió a todos los animalitos y a los niños que se burlaban de su vaca, cogió una tableta de chocolate y la compartió una vez más con pepa. Pepa la vaca, la compartió con el risueño elefante. Él dijo, gracias pepa que rico esta lo compartir con el resto de los animalitos  de los niños también. Pepa y Adriana empezaron a jugar a pintarse la pancita, los animalitos y los niños quisieron jugar con ellas, pues ellas sonreían de felicidad cada vez que pasaban momentos juntas.


Y fu así, compartiendo una tableta de chocolate y jugando con temperas como la niña Adriana y la vaca pepa consiguieron acabar con la burla del resto de los animalitos y los niños… ellas consiguieron hacer nuevos amigos.

AUTOR: ADRIANA ORTIZ

SI DAS LA OPORTUNIDAD, PUEDE CAMBIAR LA HISTORIA.

Una vez, en la cotidiana vida de Valentina, Una niña Colombiana de 8 años, aficionada a los caballos y con un inmenso amor por los animales; visitaba a su abuela  en una pequeña granja cerca de la ciudad donde vivía. En la granja había vacas, conejos, gallinas, perros, gatos…. Pero no había caballos. Sus abuelos, quienes eran personas mayores siempre le dijeron que ella debía crecer y estudiar, luego comprar un terreno y ahí tendría los caballos que quisiera, pero que en esa finca, mientras ellos vivieran no cuidarían de ninguno.

Cierto día, Una de las vacas desarrolló una enfermedad que  la hacía “inservible” para la industria, es decir, no podían utilizar ni su leche, ni su carne para el consumo humano, por lo que su abuela buscó una alternativa para ganar algo de dinero por ella… La vendería a la industria de comida para mascotas, donde ella sería parte del alimento, y pagaban una suma de dinero razonable. Al buscar formas de hacer más dinero, su abuelo decidió que compraría los animales enfermos de las plazas y con su nuevo contacto, los engordaría y los vendería y así obtendría más ganancias.


Cuando tuvieron una cantidad razonable, se fueron a la plaza a comprar los animales que quedaban de últimas y al parecer no serían vendidos por lo que sus dueños los vendían a la más mínima oferta de dinero. Esa tarde regresaron con un camión repleto de animales y en una camioneta muchos bultos de comida para ellos… Cuando Valentina vio los animales se emocionó y preguntó por qué habían comprado un Caballo…. A lo que no tuvo una respuesta precisa, sólo le dijeron que iba a ser vendido y que no tenía permiso de estar con él ya que es un animal de mala conducta. Valentina sabía que si el animal tenía una mala conducta sería por que le daban un mal trato.



Esa noche, cuando la llevaron a dormir, esperó hasta la madrugada a que todos estuvieran durmiendo y se fue al corral donde habían dejado al caballo. Estaba oscuro, hacía frio y el daba vueltas, como si estuviera estresado. Ella le llevó unas cuantas manzanas y zanahorias que sacó de la nevera y esperó pacientemente a que él las comiera. Luego se acercó y vio que él no se molestaba cuando ella se aproximaba, por lo que pasó largo tiempo hablándole y acariciándole.


Ya aproximándose el amanecer, cuando el gallo empezó a cantar estaba cansada y se dirigió a su cama, además sus abuelos empezarían las labores del día pronto. Y descansada despertó casi al medio día y salió de la casa y vio a sus abuelos hablando sobre el caballo por celular y se enteró del propósito… El también sería comida de mascotas. Así que empezó su plan. “Tal vez si ven que él no es un mal chico podría quedármelo” así que se fue al corral y el caballo estaba muy feliz de verla, relinchaba y ella le daba manzanas y zanahorias. Sus abuelos la regañaron y le dijeron que se fuera a la casa a ver televisión o de lo contrario llamaría a su madre para que regresara por ella y pasara el resto de sus vacaciones en la ciudad.


Al siguiente día el caballo estaba pastando. Ella ya tenía un nombre para el… sería Hércules. Él era feliz con su compañía, relinchaba cuando la veía y era obvio que ella haría hasta lo imposible por conservarlo. Así pasaron dos semanas más, cuando ella podía se iba a verlo y a llevarle frutas y el, cada día mostraba más su confianza hacia ella, obviamente el lucía mucho más gordito y apuesto, por lo que ella pensó que era momento de montarlo aunque no tuviese silla, y así fue. Cuando sus abuelos se fueron por víveres al pueblo ella lo montó a pelo y se fue a la montaña más cerca con él, pero cuando volvió sus abuelos estaban en casa preocupada porque alguien los llamó a contarles. Ellos estaban muy preocupados y la regañaron y le dijeron que al otro día su madre la llevaría de vuelta a la ciudad. Pero esa noche… algo inesperado sucedió.


La casa estaba en llamas por un corto circuito. Un vecino había alertado a los bomberos y estaban en camino mientras toda la familia permanecía durmiendo. Pronto los abuelos se dieron cuenta, pero todo estaba en llamas, las ventanas tenían rejas por lo cual no eran una opción de salida. Ellos evacuaron las habitaciones y fueron por Valentina, pero ella se había acostado muy enojada y  había puesto cerrojo en la puerta y  sus audífonos estaban encendidos con música a alto volumen, por lo que no escuchaba nada de lo que sucedía.
Cuando Hércules vio el incendio, la abuela estaba llorando porque su nieta estaba adentro y no abría la puerta. No se veía nada, el humo lo cubría todo y en el interior todo estaba en llamas, y el saltó la puerta del corral y se dirigió a la casa. Valentina había despertado y no podía salir, por lo que esperaba que los bomberos llegaran pronto. Hércules entró por la puerta cayéndose a pedazos, incluso subió las escaleras y con muchas patas, abrió la puerta de valentina, ella se subió en su lomo y salieron ilesos momentos antes de que la casa se viniera abajo.



Cuando llegaron los bomberos era tarde, controlaron el fuego y la desilusión quedó en los rostros de los abuelos, habían perdido todo, pero estaban a salvo. Pronto amaneció y llegó la familia completa, Todos hablaban del heroico acontecimiento con Hércules y Valentina, hasta salieron en el periódico local. La madre de Valentina dijo que ella pagaría todos los gastos del caballo, pero que dejaran que ella lo conservara, pues al fin de cuentas le había salvado la vida y entre todos pagaron una casa pre fabricada que estaría lista para ser habitada en unos días.


Todos aprendieron que se necesita la oportunidad para mostrar de qué estás hecho y lo que puedes lograr, Hércules necesitó esa oportunidad para que consideraran tenerlo en casa. La abuela envió los animales a fincas cercanas y luego las vendió a una hacienda cercana. No quería tener nada que ver con sus muertes y ya no tendría que trabajar o ganar su dinero, pues sus hijos ayudarían y se dedicarían a vivir con sus pensiones por las que tantos años trabajaron... Por otro lado, Valentina estaba feliz, tenía a Hércules e iría a visitarlo todas las vacaciones, de hecho estaba pensando mudarse a ese pueblo y estudiar allí mientras cuidaba de sus abuelos.



Al final, todos estaban felices, Valentina había aprendido el significado de la amistad y que los animales son seres sintientes, que piensan y hacen cosas inimaginables… Además de que todos merecen una segunda oportunidad por lo que prometió no volver a comer animales pues las vacas también merecían tener una vida y así concluye la historia, Tal vez si das una segunda oportunidad te des cuenta de grandes cosas y puedes cambiar el mundo de ese ser.



AUTOR: CINDY ZULUAGA

EL MEJOR REGALO DE MARÍA

Había una vez en un pueblo muy lejano una niña llamada María, la cual tenía en su casa muchos animalitos  y los quería mucho a todos, pero una Navidad sus papas decidieron darle como regalo un perrito el cual era pequeñito y era blanco con manchitas negras, cuando María lo observo pudo detallar lo lindo y tierno que era, le encanto el regalo que le dieron sus padres, ella pensó mucho en el nombre que le iba a dar a su nueva mascota, finalmente, pudo decidir cual era el nombre perfecto, Bambam.
Bambam creció sano y fuerte los primeros meses, era juguetón, acompañaba a Maria a todos los sitios, con el tiempo se hizo fuerte y cuido a Maria de la gente fea que se le acercaba. Un día jugando Bambam paso la calle sin darse cuenta que un carro venia, Maria observó cuando el carro lastimó una patica a Bambam, ella de inmediato empezó a llorar y llamaba a gritos a sus papas para que ayudaran a Bambam, que no podía caminar bien. Al llegar su padre corriendo, dijo: tenemos que llevarlo al veterinario, Maria queda pensando qué era el veterinario y le pregunto a su mamá que qué era eso, la mamá explicó que era una persona muy buena con los animales, así como lo era ella, que cuando estaban enfermos los ayudaba. Maria preguntó qué si era como el doctor que la atendía cuando ella se enfermaba, la mamá le respondió que si, ella se calmó y dejo de llorar porque supo que Bamba se iba a mejorar.
Cuando llegaron al hospital de perritos ella quedo sorprendida de todo lo que había, nunca había estado en un lugar como esos. Observo la cantidad de perritos enfermos que había y como los doctores los curaban, ella le dijo a su mamá que cuando fuera grande quería ser así, porque quería ayudar a los animales.
Con tanta emoción se le olvido la salud de Bambam, lo que ella no sabía era que había sido grabe lo que le había ocurrido a Bambam, se estaba muriendo, los papas de Maria la buscaron para hablar con ella y contarle lo que pasaba con su perrito, Maria se entristeció y se puso a llorar, pero aun así no perdió la fe y ella creía que los doctores iban a ayudar a Bambam. Así fue, dos días después llamaron a la mamá de Maria y le contaron que milagrosamente Bambam se había recuperado y estaba muy feliz, Maria y sus padres fueron a recogerlo y desde hay en adelante Maria fue más cuidadosa con Bambam para que no le sucediera nada malo.
Maria siguió con el anhelo de ser Veterinaria y lo logro al crecer fue a la universidad a estudiar Medicina veterinaria.
FIN

YESICA VARGAS….

EL SUEÑO DE LUCIANA


Érase una vez un 7 de Mayo del 2016, un día fantástico con un amanecer muy soleado todos los animales de la granja empezaban a despertar en su nuevo día los gallos cacaraqueaban las vacas mugían los perros ladraban y los caballos relinchaban.
Mientras tanto en la casa de la granja vivía una pequeña niña llamada Luciana, ella era encantadora, adoraba los animales de la granja y todos los días salía a montar caballo un rato y luego de eso sacaba  sus perros a dar un paseo, a ella le gustaban mucho los leones y siempre decía que cuando fuera grande iba tener muchos leones en su finca pero mientras tanto tenía sus caballos y sus perros, al mayor de los cachorros lo llamaba Leoncio y siempre que salía lo con él y le colocaba encima un león de peluche que Luciana tenia, ella decía que cuando tuviera su león también lo sacaría a pasear como hacía con Leoncio.
Una mañana como todos los días la niña salió a montar caballo pero en la casa estaban sus primas quienes llegaron de visita el día anterior, las primas de Luciana quienes sentían envidia de su prima porque Luciana tenia caballos y sabia como hacer las cosas de la granja sola, decían que era una tonta al saber que ese animal tan feo podría comérsela y que era mejor no tener animales feos que no servían de nada, entonces ellas decidieron esconder el león de peluche bajo unas matas grandes de moras.
Al llegar Luciana de montar a caballo fue a recoger a Leoncio y su león de peluche pero desafortunadamente Luciana no lo encontró busco por todos lados le dijo a su mama que se había perdido su muñeco y la madre de Luciana también empezó a buscarlo porque era algo que jamás había pasado, unas horas más tarde ya todos cansados de buscarlo se sentaron a almorzar afuera en el pasto todos y empezaron a hablar sobre la pérdida del león, pero nadie sabía nada y tampoco respondían.
En esos momentos la mama de Luciana le dijo que fuera a traer unas moras para hacer el jugo y ella hizo caso, entro a su casa y saco una vasija para ir por las moras, al llegar Luciana a las matas empezó a coger las moras y se dio cuenta que dentro de esas matas estaba su león. Ella empezó a recordar por qué su león estaba haya si ella lo había dejado en el lugar de siempre ella con muchas confusiones se fue de nuevo hacia su casa y le dijo a su mama con muchos gritos.
Mama mama encontré mi león dentro de las matas de mora. No entiendo cómo pudo llegar hasta haya, la mama sorprendida le dijo no te preocupes vamos a averiguar quién fue el que hizo esto por el momento guárdalo bien y no digas que lo encontraste hasta no saber quién fue.  
Luciana lo guardo y de nuevo se fue a comer junto con su familia, ya todos ahí comiendo dijo la madre de Luciana, el león de mi hija se perdió y es algo muy importante para ella porque  su abuela se lo regalo y porque le encanta ese muñeco a mi hija entonces no puede perderse de esta granja, al decir eso las primas de Luciana soltaron la risa y Luciana les dijo yo sé que ustedes fueron porque les da rabia que yo tenga mi muñeco y ustedes no.
Pasadas dos horas después las primas de Luciana le dijeron a su tía que si ellas habían escondido el muñeco pero que no las castigara por favor y que tampoco le fuera a decir nada a sus padres. Así pasado el problema todos se fueron a dormir esa noche pero las niñas recordaron que al día siguiente Luciana cumplía años entonces se acostaron muy enojadas porque sabían que el cumpleaños de Luciana no sería cualquier cosa y obviamente lo iban a celebrar.
En la mañana siguiente la madre de Luciana levanto a todos los de la casa con el equipo a todo volumen y con una hermosa canción de cumpleaños para su hija, Luciana muy entusiasmada se levantó y se fue corriendo hasta la sala para abrazar a mi mama y darle las gracias, pero no era la única sorpresa que tenían para Luciana, su madre dio la vuelta y le dijo mira lo que tengo acá para ti entonces Luciana empezó a romper todas las bolsas y encontró una hermosas chamarras y un gran sombrero que siempre había querido tener para poder montar caballo mejor, Luciana muy contenta quiso irse a estrenar sus regalos nuevos , rápidamente ensillo su caballo se puso sus chamarras y su sombrero nuevo y se fue a montar, volvió después de media hora y se acordó de que debía ir a pasear a Leoncio con su león de muñeco.
Luciana decidió ir ese día hasta el pueblo lo que quería decir que se iba demorar más de lo normal, ella le comento a su mama y dijo que bueno que tuviera mucho cuidado y que en la casa entonces la esperaba, así comenzó el camino Luciana con Leoncio y su león de muñeco.
Al llegar al pueblo se encontró con sus amigas quienes la felicitaron y le dijeron que fueran a comerse un ponqué en una pastelería cerca del parque entonces Luciana se fue con ellas, comieron y jugaron un rato después de una hora Luciana dijo que lo mejor era que ella se fuera ya para la casa antes de que oscureciera y no pudiera llegar, entonces de nuevo comenzó a caminar hasta que ya llegando a su casa Leoncio se cansó y ya no quería caminar más, pero ella también ya iba cansada y no podía dejar a su perro porque ella lo adoraba y no era capaz de dejarlo solo entonces decidió alzarlo hasta llegar a casa, al llegar Luciana entro y no había nadie en la casa ella decidió ir a tomar un baño porque iba muy sucia y también decidió bañar a Leoncio, después de bañados los dos salieron y fueron a buscar a la mama de Luciana entonces Luciana se dio cuenta de que las caballerizas tenían la luz prendida y ella fue a apagar la luz cuando iba llegando la luz se apagó y ella se asustó pero después de unos segundos empezaron todos a cantarle el cumpleaños a Luciana, ella no lo podía creer entro y encendieron de nuevo la luz y toda sus familia y animales estaban ahí era algo hermoso para Luciana que le celebraran su cumpleaños de esa manera porque ella amaba los animales y se sentía a gusto con su familia ahí también, ya después de compartir con sus familia una torta y un jugo le empezaron a dar regalos a Luciana y sus tíos le regalaron una bicicleta nueva, su mama pues ya le había dado las chamarras y el sombrero pero se dio cuenta de que su abuela no tenía nada ese día para darle entonces la abuela muy triste le dijo Luciana este día debes perdonarme por no haberte dado nada mejor pero debo decirte que este regalo quiero que lo adores y lo cuides muy bien, la abuela de Luciana se dirigió hasta la puerta dio la vuelta y quito una sabana blanca que había ahí y le dijo mira este es tu regalo mi princesa.
Luciana casi con los ojos llorosos salto de la felicidad al ver que debajo de la sabana había una pequeña jaula con un león cachorro, salió corriendo abrazo a su abuela y la besaba como nunca antes le decía:
Abuela eres la mejor del mundo muchas gracias porque aparte de tenerlos a ustedes que son mi familia puedo tener mis animales que son mi segunda  familia.
Luciana muy contenta con su león lo llamo Pumba, al pasar del tiempo el león fue creciendo y las primas de Luciana aun no podían creer que ella tuviera el león entonces después se fueron encariñando con el león de Luciana y ya les gustaban un poco más los animales, y así Luciana por fin cumplió su sueño y siguió con su granja con sus caballos su perro y hermoso león, viendo de ellos y cuidándolos con mucho amor como siempre lo había hecho.   


MARILYN MORA RIVERA….

AMIGOS EN LA GRANJA

Había una vez un caballo llamado Matías vivía en una Granja hermosa, tranquila, en medio del bosque, su dueño un hombre llamado Bobby, él amaba los animales, los trataba como sus hijos y se preocupaba por su calidad de vida.
Compartieron durante 3 años esta bonita amistad, hasta que un día Bobby se enfermó y tuvo que abandonar la granja para irse al hospital por una cirugía de vesícula.


Matías,(burro) Paco, (vaca) Lili,  (perro) Zeus no conocieron los motivos por los cuales se fue su amo, pensaron tal vez que los había abandonado, pero de un momento a otro llego Felipe el sobrino de  Bobby  a hacerse cargo de la granja.

Felipe era un joven inexperto que tal vez no sabía cómo cuidar los animales, aprovecho la ausencia de Bobby para hacer de la granja un lugar lleno de ruido pues cada 8 días hacia fiestas con sus amigos, y se olvidó por completo de Matías y su amigos, dejo de comprarles comida y de preocuparse por su bienestar. Al ver este comportamiento de Felipe; Matías tomo la decisión de reunir a sus amigos, para informarles que dejarían la granja debido a los maltratos y abandono de Felipe; la vaca Lili no estuvo de acuerdo pues pensaba que era temporal lo de Bobby y que ella estaba segura que él los quería tanto que no los había abandonado, por lo cual decidieron aguantar un poco más.

Una noche en medio de las Fiestas que de costumbre hacia Felipe, un hombre que no era invitado llego enfurecido a buscarlo al parecer por un problema con su novia, el hombre se abalanzó y quiso matar a Felipe, la gente gritaba, Matías y sus amigos oyeron las voces y salieron de prisa a ver lo que pasaba , rápidamente murmuraron entre ellos y decidieron ir a salvar a Felipe a pesar de que él nunca se preocupó por ellos, pero sabían que Bobby su amo lo quería mucho pues era su sobrino preferido y el si que los Amaba por eso decidieron ayudarlo.

Lograron quitarle el hombre de encima, la gente salió corriendo de la granja, Matías despertó a los empleados y lograron llevar a Felipe adentro para curarlo.
A la  mañana siguiente Felipe despertó y recordó quienes lo habían salvado de que aquel hombre lo agrediera , se dirigió a las caballerizas y vio a Matías en un rincón , recostado, fatigado y con hambre en ese momento recordó que desde hacía varios días que el llego a la granja nunca se había preocupado por la comida de aquellos animales que le salvaron la vida, rápidamente llamo a un empleado y ordeno que les pusiera comida y agua para beber, luego mando llamar al veterinario para examinar a Matías y al resto de los animales ;ya que llevaban varios días sin recibir si quiera algo de agua o comida y desde ese día se ocupó de ellos con amor hasta que su tío regreso del Hospital.

Al llegar Bobby a la granja observo que Felipe había hecho arreglos en las caballerizas y en el resto de la granja para proteger a sus amigos del frio y para que estuvieran mas cómodos , también se dio cuenta que había entrenado a Matías para unas carreras que se realizarían en el pueblo, Matías y sus amigos al ver a su amo se pusieron muy felices y le agradecieron por haberlos dejado en tan buenas manos; y Felipe aprendió la lección y desde ese día se volvió el mejor amigo de los animales, los aprendió a querer y a valorar y cuido de ellos ayudando a su tío en la granja.



Cuento para niños entre 7-12 años
Laura Ximena Granados Valderrama
Medicina veterinaria

Grupo#2 

QUERER ES PODER

Érase una vez un niño que lo llamaremos Andrés, al cumplir 17 años su madre le regalo una moto la cual el  anhelaba hace ya muchos años. Tiempo después cuando Andrés cumplió la mayoría de edad salido a celebrarlo con todos sus amigos a una finca no muy lejana de la ciudad.
Ya cuando regresaban de dichosa celebración ocurrió un accidente, Andrés y sus amigos iban tan rápido en su moto, que no vieron un camión que se acercaba rápidamente cuando ellos intentaron adelantar un carro y allí ocurrió tan trágico accidente, inmediatamente llego la ambulancia con los paramédicos pertinentes y estos lo llevaron rápidamente al hospital, lastimosamente le tuvieron que amputar una pierna por el fuerte impacto que esta había recibido.
Tiempo después Andrés ya no salía de su casa, no visitaba a sus amigos, él no hacía nada y prefería quedarse jugando play en su computador. Su madre al verlo tan destrozado por dicho accidente decide regalarle una mascota con su misma discapacidad.
Cuando su madre va en busca de dicha mascota se encuentra a un perro de la calle no de raza fina, escondido detrás de unos escombros de una construcción, ella lo veía tan solo e indefenso que decide llamarlo para llevárselo a su hogar sin saber que este tenía la misma discapacidad de su hijo,  cuando el cachorro se acerca a ella con un poco de timidez ella le brinda cariño y seguridad y el perro se le lanzo a los brazos y es ahí donde ella se da cuenta que este tiene la misma discapacidad de su hijo.
Ella inmediatamente se lo lleva a su hogar sin importarle que este estaba en muy malas condiciones, ella lo baña y lo arregla para que quede muy bien cuando se lo entregue a su hijo.
Cuando Andrés recibe el regalo que le dio su madre en una caja de cartón no muy bien decorada este la abre no con tanto entusiasmo, sin embargo cuando ve al perro lo saca inmediatamente de dicha caja y se pone a jugar con él y le pone como nombre rufo.
Andrés veía que rufo caminaba muy extraño y que no se mantenía estable más de 10 a 15 segundos, cuando Andrés detalla muy bien al animal se da cuenta de que este le faltaba una pata, el al ver esto ignora al animal inmediatamente y se enoja con su madre por el mal regalo que según él, ella le había dado, Andrés al ver que rufo no se le despegaba decide tirarle una pelota que este traía en la caja para que se alejara y no lo molestara.
Rufo sin embargo regresaba a él y le mostraba cariño trayendo la pelota para que este se la volviera a tirar, para rufo este era el mejor juego que le habían hecho en años sin embargo Andrés lo ignoraba lo más que podía.
Su madre al ver que Andrés depreciaba e ignoraba mucho al animal por tener su misma discapacidad, decide tener una charla de madre e hijo para hablar de lo que le sucedía con rufo. Andrés le dice que no quiere algo que le recuerde lo que le sucedió en el accidente, su madre sin embargo le dice que tiene que dejar eso atrás y seguir con su vida con el nuevo integrante de la familia, rufo.
Andrés veía que rufo luchaba mucho para alcanzar la pelota que le había lanzado y que no se rendía muy fácilmente, así que este empezó a sonreírle más a rufo y a jugarle más en vez de ignorarlo.
Inmediatamente Andrés deja a un lado su juego y sale a dar un paseo con rufo, este al ver que su nuevo dueño se pone de pie para ir finalmente a jugar con él, se emociona demasiado y corre rápidamente hacia la salida para cuando Andrés abra la puerta salgan a jugar juntos al parque que queda frente a su nuevo hogar.
Un año después tras ver la motivación que le daba rufo de salir adelante sin rendirse, Andrés decide finalmente ir a la clínica para que le realicen una prótesis y volver a ser el mismo hombre de antes, pasado dos a tres meses finalmente la clínica decide darle la prótesis a Andrés pero con la condición que debía ir a terapias para que pudiera manejar la prótesis con mayor facilidad, Andrés acepta las condiciones y sale adelante junto a su mascota.
Meses después Andrés y rufo ahora no se separan para nada, siempre hacen las cosas los dos, ya que este fue su motivación para salir adelante con su vida y dejar finalmente lo que le paso en el accidente atrás con su nueva prótesis y saliendo adelante.
Finalmente después de unos pocos meses, no recuerdo exactamente cuántos, Andrés vuelve a ser el mismo de antes, volvió a clases, volvió a salir con sus amigos, volvió a ser el niño feliz y talentoso que era antes de su accidente, pero sin dejar a un lado a su mascota rufo, ya que como lo dije antes estos dos ahora no se separan para nada.


“Debemos querernos y aceptarnos tal y como somos, para de esta manera salir adelante en cada una de las actividades que nos proponemos realizar”



FIN.

DANIELA GONZALEZ…

UNA GUERRERA LUCHADORA


Érase una vez, en la ciudad de Elaitos, una perrita que llevaba por nombre Layla, quien vivía en las calles de la ciudad debido a que sus dueños decidieron abandonarla porque “no tenían espacio para tenerla”; al inicio ella busco su hogar día y noche, pero con el paso del tiempo se dio por vencida y solo lucho por conseguir comida y una cama calientica para las frías noches de su ciudad; al acostumbrarse a vivir en la calle, empezó a tolerar a la gente que la pisaba, la empujaba y la golpeaba. Para ella ya era algo monótono, pero lo más hermoso del día de aquella perrita, era cuando llegaba la noche y pasaba esa persona que con alegría se acercaba a consentirla y a darle comida; esa persona era su vecina Megan, quien amaba a los animales y luchaba por los derechos de ellos.
Un día, Layla estaba buscando comida en la basura que habían sacado algunos de sus vecinos de la calle de en frente, pero al reconocer a Megan, corrió hacia ella para recibirla con toda la efusividad con la que siempre lo hacía, sin darse cuenta que venía un carro a alta velocidad. Megan no había visto a Layla, y no se dio cuenta de lo que pasaba hasta que la escucho chillar por el dolor que causó en ella el accidente; el señor del carro, luego de pasar por encima de aquel indefenso animal, acelero un poco más y no dejo más rastros de su visita por el barrio que a Layla postrada en la carretera con muy mal estado de salud.
Megan sin pensar en otra cosa se acercó a Layla, la examino y la llevo rápidamente a que la atendiera un médico veterinario amigo, minutos más tarde, luego de que el doctor hiciera sus análisis, le dijo a Megan que si quería que Layla viviera, tenía que tener ciertas reglas y rutinas: Layla necesitaría un hogar decente con una dueña amorosa y paciente, necesitaría también una silla de ruedas para sus patas traseras ya que había perdido total movimiento en ellas, también una limpieza seguida y muchos otros cuidados. Megan decidió aceptar todo lo que venía para ellas, teniendo en cuenta que tenía que dejar su trabajo, ya que su compañera necesitaría de bastante tiempo para que mejorara.
Tiempo después, Megan encontró un trabajo más apropiado para ella, donde podía prestar atención también a su mascota y brindarle el apoyo que ella necesitaba, es una activista por los animales, presta su casa como hogar de paso, y trabaja con muy buenos médicos veterinarios de ayudante, no lo hace tanto por el dinero, lo hace por el amor que le tiene a los animales. Layla encontró un excelente hogar, recibe mucho amor, tiene amigos con quien corretear, pero más que nada, ahora tiene a un ángel que Dios le mando para que la cuidara.

AUTOR:CAROL ARCHILA